Llevo una semana y algo más en Bangkok. Es una ciudad fascinante en la que encuentras todo lo que se pueda cruzar por tu mente, bueno, o casi todo.
Sin dudas es muy bien llamada “la capital del mundo”. Una ciudad muy fácil de recorrer, segura con el debido sentido común, con un sistema de metro aéreo y subterráneo muy moderno, con aire acondicionado (que te congelas), puertas que protegen de los rieles y muy bien organizado, micros, colectivos-camionetas, tuc-tucs, lanchas-micros y taxis, hacen de Bangkok una ciudad amigable y entretenida de recorrer.
Antes de llegar no tenía muchas ideas preconcebidas acerca de esta ciudad, pero cada día me parece más atractiva de estar en ella, empiezo a conocer la comida que me gusta, a entender algo del idioma y a saber dónde encontrar las cosas que quiero.
Salir de shopping acá es de ensueño, mercados de todo tipo, grandes, pequeños, abiertos a la calle, escondidos en oscuras galerías con pasillos interminables y siempre lo infaltable es la comida. En Bangkok puedes encontrar comida casi en cualquier parte, hay comida en todas las cuadras, en todas las calles, en todos los barrios un pequeño mercado con comida prácticamente las 24hrs del día.
Lo que más me llama la atención es que además de los mall tal cual como los conocía, existen los shopping temáticos, entonces hay unos dedicados especialmente a la tecnología, uno Indio, uno Japonés y así.
Hacen de la experiencia de comprar en un mall muchísimo más amigable de la que conocía hasta ahora, pasillos decorados, tiendas con cosas bellas y sobre todo la amabilidad inigualable de los tailandeses. Algunos supermercados son otra cosa!
Aparte de encontrar tales como los conocemos en nuestro país existen unos que son de otro nivel, donde puedes encontrar productos de todo el mundo, muchísimo más barato que en Chile y más variedad. Tienen restaurant con buena comida, fruta fresca lista para comer, quesos y muuuchos productos para perritos!!!
Lo que más me ha impresionado es la amabilidad casi excesiva de los tailandeses, todos te sonríen en la calle (o devuelven la sonrisa si tu sonríes primero), intentan ayudarte, darse a entender contigo, saber de tu país, de tu cultura, es admirable. Tanto así que, en medio de una tremenda revuelta social, con protestas en diferentes puntos de toda la ciudad, hasta ahora la violencia es casi ausente en ellas.
La clase media lleva semanas protestando para cambiar el sistema político por uno democrático y lo que se ve desde afuera es unas calles cortadas, con muchos puestos de vendedores de todo lo que se te ocurra, incluidas chapitas, antenitas y hasta guantes tricolores, la gente se ve tranquila, sentada escuchando discursos y aplaudiendo. Si bien han habido focos de violencia (y hasta muerte de uno de sus líderes) lo que reina es la no violencia.
Viniendo de Sudamérica esto es completamente nuevo para mi, en Chile todos sabemos cómo estarían las ciudades si esto estuviese sucediendo allá.
De los muchos templos les contaré en un próximo post….merece capítulo aparte.
En estos días me he dado cuenta de que una de las cosas que más me gusta hacer en la vida es viajar, quiero seguir haciéndolo por el máximo tiempo que me sea posible. Ya encontraré el cómo…he aprendido muchas cosas y sobre todo, es una oportunidad maravillosa para conocerte a ti mismo, sin las ataduras, los condicionamientos que muchas veces te (auto)impone la rutina, la familia, los amigos y tú mismo. Agradezco cada experiencia que he vivido y las que vendrán!
¿Has estado en Bangkok? ¿Qué es lo que más te gusta o disgusta de la ciudad?
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